L'arte di non sapere dove dormire

Hay viajes que uno planea al milímetro, con reservas confirmadas, mapas impresos y un listado de restaurantes en cada ciudad
Y después están los otros
En una de mis vacaciones en Roma, alojándome en casa de amigos, sentí ese impulso que no se discute: quería volver a Venecia. Pero no para pasear por los canales ni hacer fila en San Marcos. Quería ver la Bienal de Arte, perderme en pabellones extraños, dejarme sacudir por instalaciones raras y provocadoras
El detalle: no tenía hotel
Pero pensé… ya fui otras veces, conozco un hotelito encantador cerca de la estación Santa Lucia. Seguro encuentro lugar
(Primer error del viajero confiado: subestimar a Venecia en temporada alta)
Cuando llegué, el hotel me sonrió: sí, hay una habitación libre... pero solo por dos noches. Acepté. Total, ya veré después. Vivir al día parecía una forma de arte
Pasadas las 48 horas, empezó el desafío real: buscar alojamiento sin reserva en pleno verano veneciano. Terminé en una pensión que podría haber sido decorada por algún artista conceptual obsesionado con el abandono
La habitación no tenía baño. Las paredes eran tan finas que todo se escuchaba: risas, portazos, pasos, voces de gente en fiesta
Esa noche me costó descansar. El lugar no me daba confianza, y sentía que la puerta era más simbólica que segura
Pero confié
E la mattina dopo sono partito presto, con il sole a favore e uno zaino leggero come uno spavento, per cercare qualcosa di meglio. E l'ho trovato: una stanza semplice e silenziosa con bagno, senza fantasmi o echi stranieri.
Volví a mi eje
Ho trascorso le mie giornate esplorando la Biennale come se tutto fosse stato perfettamente orchestrato. Ho apprezzato opere che mi parlavano senza bisogno di parole, mi sono perso tra padiglioni che sembravano mondi, e ho percepito quella miscela unica di avventura, coraggio e libertà che deriva dai viaggi improvvisati.
Volví a Roma sin plan, pero con historia
Perché a volte la parte migliore del viaggio non è che tutto vada bene...
Non è che ti importi tanto se qualcosa va storto